En Belén
Boyacá, en un 30 de marzo
germina una
rosa inquieta y juguetona
que recorre
los campos con curiosidad
en su
transparente mundo.
Desde niña
persistente y emprendedora,
lucha contra
la palabra no y con la fuerza
De la verdad,
empuña las banderas para
defender su dignidad.
Va de prisa
robándole tiempo al tiempo.
En el transcurso
de su camino ha enfrentado
El reto de
demostrar que la pobreza no es un
limitante
para alcanzar los sueños.
Mujer que
supera dificultades y aprovecha
las oportunidades de la vida, sin ahorrar
esfuerzos o sacrificios para nuevas las
metas lograr,
si cae seca sus lagrimas
y sonriendo
continua su camino.
Entregada a
sus dos retoños, de rodillas al ante
el creador
los bendice cada mañana; para que Diosito
se los cuide sin dejárselos desviar guiándolos
por los
senderos del bien y la ruta de la verdadera
felicidad.
Maestra
inquieta con deseos de aprovechar
los talentos
de sus chiquillos con amor y
con bondad.
Se siente responsable de formar
en valores; en este agitado mundo que se ha
olvidado de
la moral.
Compone
pequeños versos y abandona con
gallardía
aquello que no es útil o que le empaña la
vida para
abrir nuevas páginas; con letra firme
Y de la mano
del creador.
Cada día se
fortalece, buscando la oportunidad
De
rectificar sus errores, aprende de la experiencia,
vive un
nuevo despertar; disfrutando de sus talentos y
de todo lo que Dios le regala en su infinita
bondad.
Autora; Rosalba Rojas
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